¿Han notado ustedes cuánta falta
nos hace unirnos, compartir, ayudarnos, cuidarnos unos a otros?
Y parece todo
lo contrario. Es como si todos estuvieran contra todos...
Cada uno
enfrascado en sus propias cosas, se pierde
la noción de unión con los demás, de hermandad.
¡Cada vez más
aislados! Esto no es sano, hermanos, no es bueno, no nos hace bien! No nos
lleva a formar esa nueva humanidad que está naciendo.
Sí, está
naciendo de las cenizas, de una civilización que como ha ocurrido siempre en la
historia, llega al máximo de su decadencia, se hunde, para resurgir en una
nueva y mejor humanidad. (Se llega al fondo del pozo y por ley, se reflota).
¿Dónde están los grandes imperios de otrora? Desaparecieron...
Pero la vida continúa, la evolución sigue su curso. Esto es lo que
deseo clarificar, despertar, para que no nos hundamos con la mirada puesta en
lo sombrío y sí en la clara Luz de un ¡nuevo amanecer!
¡Sí,
hay Esperanzas, sí, hay un mañana alentador, un futuro maravilloso
aguarda, hay algo luminoso que está brotando como una nueva semilla a la que
cada uno de nosotros debe ayudar a germinar!
¡Sembremos claridad,
iluminemos!
Sembremos hermandad, eso es lo
que se viene. ¡Salgamos del ego-ísmo! No va más el ego. “Pasó de moda”.
Ahora gobierna y comanda el Corazón,
el Ser Interno, el Yo Soy lo que Yo Soy y allí sólo hay Amor, Buena Voluntad,
Unión. ¿Se dan cuenta?
¡Está gestándose una
nueva Comunidad! O sea una común-unidad! ¿No es eso maravilloso?
¡Y nosotros,
somos los integrantes de esa comunidad de Seres Crísticos despiertos!
¡Vasta ya de
separarnos!
Como persona
nacida en esta latitud, no podría no decirles esto.
Por algo y para
algo nací en Argentina pero ni siento ni digo que estoy “orgullosa” de serlo.
¿No les parece que eso sería sectario? Y yo no lo soy, por eso les digo
siempre, hermanos, a todos, sin distinción alguna.
Sí, nací en este lugar y quiero
asumir mi rol, que es llevar bien alto la Única bandera de la UNIVERSALIDAD,
del Amor, de la Fraternidad, de la Paz, de
la Unión, en fin de todo lo que sume, para sentirnos realmente felices,
Bienaventurados, como dijo Jesús, en la Nueva Tierra, ésta misma ¡hecha nueva!
Los invito ¿vamos a sembrar
juntos?
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