(Pido disculpas, no pude terminar el tema en la entrada anterior pero al menos dejé el anuncio)
Linda
pregunta para esta tarde de domingo, verdad hermanos lectores?
Nos
preguntamos a veces qué andamos haciendo por aquí, qué nos tocará hacer?
O
mejor aún me pregunto, nos preguntamos, algún día, sobre esta cuestión
mencionada nada menos que por Shakespeare?
Me
gusta el desafío para mi misma y para ustedes. Voy a desentrañarlo de la manera
más sencilla y clara.
A
mi modo de ver lo primero que se me representa es que el uno pertenece al Yo
Superior y el otro al yo inferior. Y la incuestionable verdad de que cada uno
tiene el libre albedrío de elegir SER o NO ser, en su paso por este mundo.
Me
referiré sólo a la existencia en esta vida. Aquí, ahora, tú o yo podemos elegir
si viviremos una vida fructífera, creativa, desarrollando los talentos que
poseemos, siendo hombres y mujeres que priorizan el SER, al tener, viviendo con
autenticidad, con valores humanos básicos, enfrentando los desafíos, sirviendo,
desarrollando nuestros días en paz y felicidad, sintiendo que el camino es lo
importante, siendo honestos, alegres, aunque a veces también derramemos lágrimas.
Cumplir
nuestra meta, dejar una huella, viendo y sintiendo a la vida como una
oportunidad de fortalecernos ante los obstáculos, trabajando, sembrando
semillas de amor, para que sean cultivadas por las generaciones venideras. En
fin, misión cumplida.
Y que significa en este
caso “no ser”. No lo planteo como dejar la vida física. Mi intención es ver qué
distinta puede ser una vida de “no ser”.
“No
ser” es vivir con limitaciones con estrechez de horizonte, sin disfrutar de la
abundancia de bien que nos regala la vida. Es pasar sin aprovechar la
oportunidad de crecer en conciencia, es dejarnos estar, vegetar, tal vez cediendo
a la pereza, a la dejadez, que limita el disfrute que nos corresponde por
derecho natural.
Nuestra
Alma desea expandirse y para ello tiene el pensar-sentir que guiado por el Ser
Interno conduce el timón por aguas tranquilas, de plena realización.
Cerrando
el tema, llego a la conclusión de mi visión inicial:
Dónde
está el “SER”? Está en Yo Soy.
Dónde
el “no ser”? en el yo inferior, humano, conflictivo, pesado…
¡Ahhh
hermanos… cuánto cuesta a veces, darnos cuenta que aquí y ahora podemos vivir
en un nivel superior, de Verdad, de Luz, de Paz, de Amor… de auto-satisfacción,
tan sólo por habernos atrevido a tomar el mando de nuestra vida!
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