¡A todos los niños del mundo!
Sí, sí, para todos sin excepción, los
pequeños y los grandes...
Deseo fervientemente que sigamos siendo
como niños.
Mírate por dentro y regocíjate al ver
que aún sigues siendo un niño, bueno, puro, cariñoso, confiado, amigable,
feliz, despreocupado, lleno de risa, de alegría, de libertad!
Y si no encontraras esa imagen... no te
angusties, vuélvete a EL, tu Padre Celestial y pídele, pídele que quieres
volver a ser niño otra vez!
Ese es nuestro pasaporte al Reino de los
Cielos, aún aquí en la Tierra.
Así lo dijo nuestro Amado Jesús y yo le creo!
¡Un gran abrazo en la Luz a todos mis
hermanos niños!
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