MARIA, nuestra Madre
Divina
¿Quién
es para mí, María?
Voy a contarles una historia muy íntima que me une a
Ella.
Al venir a este mundo, asistió a mi nacimiento, mi
querida abuelita, Elena y siendo muy devota de María, Madre de Jesús, me puso
bajo la Protección de Ella. Por eso llevo el nombre María.
Así crecí viendo el hermoso cuadro de María Auxiliadora
como Patrona de ese hogar.
Todas las tardes, allí mismo, en casa de mi abuela, se
preparaba un altar y la familia rezaba el Rosario, yo también, claro, que por
entonces tenía 7 años, me aprendí de memoria las Letanías en Latín y desde
entonces permanecen en mi memoria.
¡Cuántas Alabanzas, qué gloriosas!: “Reina de los
Ángeles”, “Reina de los Patriarcas”, “Reina de los Profetas”...
¡Qué afortunada fui al crecer en una familia así!
Años más tarde aprendí que el mismo Ser, el mismo
Espíritu, recibe distintas denominaciones según los lugares donde se la venera.
Además recibí la Instrucción de que Jesús, su Amado hijo,
nos la legó como Madre nuestra también, es decir, Madre de todos los humanos.
Así que crecí amando con todo mi corazón y con todo mi
Ser a “mi Amada Madrecita”, como la llamo y a su Divino Hijo.
Pasando muchos, muchos años, aprendí mucho más sobre Ella
y sobre su Sublime Misión actual.
La Instrucción Metafísica nos habla de la Amada Madre María como un ser de muy Alta
evolución elegida para ser la Madre del Redentor, en su pasaje por La Tierra.
Luego de su
Ascensión a los Planos Superiores, siguió y sigue desempeñando funciones de muy
alto rango.
Por ejemplo, es la encargada de formar el corazón de
todos los que van a tomar vida física.
Es también la Reina de los Ángeles.
Y miembro integrante del Tribunal kármico.
Pero por sobre todo es nuestra amorosa Madre que nos
cobija con su Manto de Protección y consuelo en nuestras aflicciones.
¡A Ella todo mi Amor y agradecimiento!
No hay comentarios:
Publicar un comentario