Entonces nos preguntamos
¿Por qué esto? ¿Qué puedo hacer para salir de este
estado?
Lo primero será no culparnos por sentirnos así y pensar
en que estamos pasando por una tremenda metamorfosis, un gran cambio.
Todo es para nuestro bien pero “hay que pasarlo” eh! “Hay
que pasarlo pero pasa”, recordemos la situación de oruga a mariposa!
Y mejor aún será de gran ayuda tranquilizadora pensar:
“yo elegí vivir en este tiempo y voy a llenarme de fuerza, de Poder” mejor
dicho voy a reclamar la tremenda fuerza que está en mi Ser Superior para que
inunde a mi persona, de esa poderosa fuerza de la Presencia Yo Soy, que soy.
Se requiere también tener la capacidad de adaptarnos al
tiempo actual y no juzgarnos para nada, sino ser nuestro mejor amigo, al que
brindaremos la mejor atención en todos los aspectos, destacar todas las buenas
cualidades que traemos por naturaleza al nacer, para que nuestro ser personal
se sienta satisfecho, bien, contento, feliz y así podrá irradiar eso mismo a
nuestros semejantes.
Cuando determinados acontecimientos nos parezcan
abrumadores y difíciles, será inteligente tomarnos un descanso para
recuperarnos.
Dice la sabiduría popular “a mal tiempo buena cara”.
Transmutación pura es esto, no?
De niña, escuchaba a mi querida tía Fina: “a la vida hay
que tomársela con soda” qué simple, verdad? Quería decir que no hay que tomarse
todo a la tremenda, no dramatizar!
Todas estas reflexiones tienen el propósito de que
borremos el viejo patrón de “auto-retarnos”, que nos empeora en vez de
llenarnos del poder Interno que todos tenemos, que nos revitaliza.
Dedicar tiempo a conectar la esencia de nuestro ser,
ayuda a revitalizar y a recargar nuestros cuerpos con energía positiva y beneficiosa.
Esto es amarnos a nosotros mismos, integrarnos y al hacer
esto, ayudamos a que otras personas también se integren y acepten todos los
aspectos de sus propios seres.
Tengamos fe y confianza en nuestro espíritu y sigamos la
orientación y los impulsos del corazón, para recorrer el camino que hemos
elegido.
Confiemos en nuestras capacidades y decisiones,
recordemos que somos amorosamente acompañados por quienes nos asisten desde
Planos Superiores.
Todo el Amor que podamos irradiar es curativo, no sólo para
nosotros mismos sino para todos y todo lo que nos rodea.
¡Vamos Hermanos, levantémonos y reclamemos la hermosa
vida que nos corresponde por derecho natural, al venir a vivir aquí!
Reconozcamos lo que somos: seres espirituales, Chispas
del Gran Creador, con un destino glorioso en este Planeta.
¡No permitamos que la densidad de las creaciones de
hombres equivocados nos aplaste!
¡Somos Seres Poderosos, magníficos!
¡Dios vive en nuestro Interior!
¡Permitamos que esta Verdad nos penetre y sostenga en cada uno de
nuestros días!
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