¿Qué podemos aportar a este mundo que necesita de todos?
“Los
ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos sabiduría”
Esto es
lo que expresó nuestro Papa, Francisco, en su visita a Brasil. También agregó:
“En el pueblo argentino, yo se los pido de
corazón a los ancianos, no claudiquen de ser la reserva cultural de
nuestro pueblo, que transmite la
justicia, que transmite la historia, que trasmite los valores... y ustedes los jóvenes déjenlos hablar, escúchenlos
y lleven adelante"
Estas
palabras me motivan a tratar hoy sobre el “papel” de las personas mayores en
nuestra sociedad, ya que ésta tiene imágenes bastante negativas sobre la
ancianidad y por eso se requiere un cambio radical de pensamiento, olvidando lo
que se dice sobre ser adultos mayores.
¿Por qué
esos pensamientos tan desalentadores para cuando avanzan los años? Es que se
piensa sólo en lo que se ve, en el
desgaste del cuerpo.
Ahí está
el concepto erróneo que hoy me propongo mostrar al mundo, con la idea de
levantar el ánimo a muchas personas, con justa razón y de ubicar en el lugar
correcto a los “viejos” como integrantes de una comunidad.
Ocurre
que la visión de la sociedad respecto a la edad avanzada, no es espiritual, al
menos en nuestra región.
No ve a
los seres humanos como portadores de un alma inmortal, sino como organismos
físicos que gradualmente se deterioran y se vuelven inútiles.
Pero
cada ser humano que experimenta la vida con un corazón abierto y una mente
abierta, entenderá que hay más que esto en la vida.
Hay una
dimensión mucho más importante que la física, es la dimensión espiritual y de
ella puede extraerse inspiración y fortaleza.
Si
fluimos con la vida, nos daremos cuenta que esa dimensión es atemporal pero
todo es real, existe, continúa.
Si
practicamos soltar los viejos conceptos y todo lo que ya fue, veremos que nada
se pierde y este conocimiento interno trae paz y seguridad.
Yo estoy aquí, como una pequeñita
parte del gran tapiz Cósmico, para invitarlos hoy a que reflexionemos.
Tal vez
surjan estas preguntas;
¿Será
que “ya hice todo en la vida y me toca quedarme auto-recluido, triste, gris,
abandonado, viendo pasar los días en una existencia opaca, aburrida, sin ningún
aliciente”? No. Nooo.
Es
momento de salir al mundo y de dejar que brille la luz propia, para beneficio
de los semejantes y de la sociedad toda.
Los
mayores tienen la riqueza de las experiencias que los han hecho más abiertos y
más bondadosos.
Una
persona mayor puede brindar un inmenso servicio a la sociedad y a sus
semejantes más jóvenes si es consciente de sus dones y los comparte.
Tal vez
haya quienes no comprendan cómo, los mayores, pueden estar alegres, en paz,
vitales, teniendo problemas de salud y
cortos años por delante.
La
respuesta es que los mayores tienen un conocimiento interno, que no tienen los
más jóvenes. Pero que pueden tomar de los mayores porque ese es su legado.
¿Qué
necesita más el mundo de hoy? ¿Autos más veloces? NO.
Necesita
más sabiduría, más calma, más paz, más alegría, más Amor!
Y es
justo eso lo que los mayores tienen para ofrecer.
Despojarse
del pasado
(advertencia a los mayores)
Esto lo
tenemos que aprender sí o sí. Si no lo hacemos nos quedaremos sepultados en el
tiempo.
El
aferrarnos a lo que ya fue, a lo que ya pasó, sólo alimentará un sentimiento de
vacío y de pérdida muy doloroso, inútil y destructivo.
Confiar
en la vida, en cambio y soltar, será una grandiosa decisión!
Así, al
despojarnos del pasado, hasta podemos descubrir nuevas facetas propias.
No somos
un cuerpo físico! Somos Conciencia, Energía Amor, viviendo en un cuerpo!
Jugando determinados roles, por un tiempo, porque la vida fluye y nos trae
nuevas experiencias, nuevos roles, nuevos capítulos, para la persona que somos
ahora.
Todo es
comprender el juego, abrirse a él y disfrutar los días que siguen desgranándose
en cada amanecer, teniendo muy en claro quiénes somos más allá de ese rol.
Cuando
miramos nuestro rostro, vemos en él, en lo profundo de los ojos, algo que no
envejece, algo que es atemporal, eso es lo que somos: Conciencia. Al
identificarnos con Ella fluimos con la Vida, nos conectamos con el Verdadero
Ser, con el Alma y esta percepción nos da Sabiduría y Paz.
Hay
anuncios de que seguirá en aumento la población de tercera y cuarta edad, vidas
longevas, que la sociedad no podrá seguir ignorando y tendrá que darles el
lugar que les corresponde.
Pero,
como siempre, lo primero será que hagamos conciencia para reclamar nuestro
derecho a seguir actuando, participando como entes productivos, que comprenden
que su venida a este mundo tiene y tendrá un sentido, “hacer su parte”. Hasta el momento de partir para “mudarse” a
la dimensión siguiente, donde nos esperan los que ya partieron.
Vamos
queridos hermanos, a brillar, a brillar toda la Luz de su Alma, toda su
riqueza, su equilibrio.
Valórence,
estén en la vanguardia. Ya no se piensa como antes! No son de descarte, sino
más vivos que nunca y radiantes de amor, de alegría.
¿Lo han
notado? Ahora la gente canta, baila, ríe, hace bromas, juega. Está de moda!!!
Ahhh, qué bueno, estar aquí para presenciar todo esto, verdad?
Hagamos
que la sociedad recupere el rumbo, que se conecte con el mundo interior y lo
irradie.
A
nosotros nos toca hacer eso. Por favor, no se dejen dominar por la pereza o la
desvaloración, vamos levántense y anden.
Todos
somos protagonistas y constructores del mundo, resucitándolo de tantos siglos
de sombras e ignorancia.
Hagamos
la armonía entre humanos y no humanos, con la Madre Tierra y todo lo bueno que
fue creado.
Pasaremos
por ese mundo dejando la impronta, la huella de una sociedad renacida a los
auténticos valores.
Entonces
sí, en forma gradual, emprenderemos el regreso hacia la Fuente que nos originó.
¡Que ASÍ SEA!
¡Que ASÍ SEA!
Muchas gracias, Maria!
ResponderEliminarJorge, gracias por contactarte. Me alegra que te haya sido útil el tema. Esa es mi razón de escribir!
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