¿Qué dice esta
virtud de nuestra conciencia?
Dice que nos corresponde ser responsables
por lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Es decir, por lo que hemos
creado. El mayor desafío del momento es, entonces, el discernimiento.
Saber elegir lo que quiero y lo que no, en
mi vida.
Esto me hace comprender que nada viene por
azar, que todo ha sido producido por mí.
Si sufres un dolor, es una lección, (eso no
se hace) pero no viene para ser permanente en tu vida.
Ese dolor puede permanecer ahí, hasta que
tengas la humildad de reconocer que algo debes corregir, viene a devolverte tu
Luz.
Nadie es víctima. Todo lleva una lección y la
Justicia Divina no es ciega.
El sufrimiento surge cuando no somos
capaces de reconocer lo que se nos presenta.
La felicidad no es algo difícil de
encontrar en este plano. Es un principio
y siempre trae lo que necesitas para afrontar las lecciones y aprendizajes del
Alma.
Aquí tienes un ejemplo simple: Si sientes soledad,
la lección no es sufrir buscando pareja o añorando una. Sino amar a tu propia
compañía y valorar lo que tienes en tu interior.
En síntesis, lo que sientes que te falta, no
te falta. Su ausencia es necesaria para
tu evolución.
La vida no es juicio y castigo. Es acto y consecuencia. Y es una gran
lección de amor, Es ser más conscientes de lo que hay que transformar en bien.
No necesitas culparte por tus elecciones o
actos del pasado. Hiciste lo que creíste mejor a conciencia.
Hoy es un nuevo momento y puedes aprender
de lo que te causó dolor.
Utilízalo como el impulso para elegir ahora
mejores decisiones.
Cada día, cada
momento, es un volver a empezar.
No eres una víctima infeliz en un mundo que no le da lo
que anhela.
Lo que siembras cosechas. Tan simple y sencillo como eso.
Si juzgas, serás juzgado. Si rechazas, serás rechazado.
Si amas, serás amado. Si respetas, serás respetado…
No hay castigo. No estás pagando nada, sólo estás
viviendo los efectos de lo que sembraste.
Esta energía se deposita en las
articulaciones de las manos y codos, sembrar y cosechar.
Nuestras manos recogen el fruto de la siembra.
El Rayo de Luz que la representa es el Magenta, energía de entrega y aceptación.
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