CERTEZA… de qué, para qué?

CERTEZA es lo que más se necesita hoy en la consciencia colectiva de la Humanidad.

¿Por qué, para qué?

Es que la humanidad (gran parte de ella) tiene CERTEZA, da como cierto: el miedo, la desconexión y la separación de Dios y de todo lo creado.

Eso es lo que se cree como verdadero.

Tienen esa certeza porque no están conectados y unidos en el Amor Incondicional. Y de allí surge la falta de respeto y la incomprensión hacia los demás.

Tal vez la mayor creencia, la que impulsa a la acción, es justamente sentirse separado de la Fuente, sin nada que una a la humanidad.

¿Y qué consecuencia trae esto? Luchas, juzgamientos, críticas y manipulación.

Incluso los sistemas religiosos se basan en esa desconexión y también luchan por validar la autenticidad de su Dios, derrumbando la creencia de los demás.

En cambio, si hay respeto, se abre la puerta al amor y éste a la certeza y por ende a la Fe.

No es necesario destruir las creencias ajenas para validar las propias. Todos somos parte del Todo, que es la Fuente.

Si somos capaces de respetarnos, nuestro corazón se abre al Amor y al entendimiento, dando relaciones más saludables y transparentes.

Por ello, ten la Certeza de lo que consideras tu Verdad

pero hazlo con Amor y Respeto hacia la Verdad de las otras personas.

Debe activarse esta virtud en las articulaciones de los tobillos, que representan lo que nos mantiene en pie.

Es recomendable practicar a diario la observación de sí mismo y la auto-corrección, hasta que se produzca una transformación plena y consciente.

Que el Amor y la Certeza se despierten en cada corazón

unificándonos a todos como Uno.