Algo muy importante, a nivel mundial, ocurrió
ese día, en nuestro país, Argentina.
Fueron lanzadas al espacio, palabras de
elevada vibración, capaces de crear un gran beneficio, porque las palabras son
sonidos, energía creadora, que crea de acuerdo a su calidad.
Imaginemos lo que pueden reproducir
estas palabras como deseos de buena voluntad, potenciadas por el sentimiento amor que cada
una lleva en sí.
Imaginemos la danza de estos sonidos, expandiéndose
por todo el mundo, creando las bellas formas que ellas representan:
confianza, servir, verdad, unidad, consenso,
aporte, justicia, diálogo, unión, acuerdo, encuentro, comprensión, tolerancia, ayuda, gracias,
fraternidad…
¡Qué gran regocijo, para todos!
Quiero compartir con todos ustedes lo
que significó decir, escuchar, sentir, vibrar, disfrutar, todo eso que
emitieron hermanos nuestros de las más diversas procedencias.
Todos deseaban lo mismo: paz, unión, alegría.
¡Gracias, gracias, muchas gracias a
todos!
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