Amados hermanos lectores
Ante todo deseo que hayan
pasado estos días con bienestar, paz, armonía, en fin, bien, interna y externamente.
Lo digo así porque como
cada uno es único e irrepetible, imaginen ¡cuántos estados anímicos se habrán
manifestado! Lo que además, es libre albedrío, sentirnos como nos hayamos sentido.
¿Te causa admiración esto?
¿Cómo,
la Navidad no es igual para todos? No, no es un Decreto.
Cada persona tiene su
propia manera de pensar y de sentir, sus convicciones, sus decisiones, etc.
Dar esta explicación puede
ser también muy esclarecedor para algunos o para muchos.
Eso me motiva a escribir
sobre este tema.
¿Celebraron la Navidad por
elección, por obligación, por costumbre……?
Yo misma, evoco aquellas
Navidades de mi infancia y siento que ahora es distinto. Estaba acostumbrada a
que se festejaba por tradición. La gran familia, todos juntos unidos realmente,
con ánimo de festejo, alegría, regalos, canciones, juegos, donde todos
participaban, bailar, divertirse. Contar lo que cada uno esperaba. Era lindo, muy
lindo, ¿verdad?
Claro pero los tiempos cambian
y las personas también. Varían los estados de conciencia, las costumbres, las
posibilidades. No podría ser de otro modo. Además cada uno interpreta al mundo
desde su concepción personal.
No debemos sorprendernos si
ya no resonamos interiormente con esa forma de festejar, que antes nos movilizaba.
.¿Hemos perdido el
espíritu navideño? No. Es que hemos crecido espiritualmente más allá de las
cosas materiales de la Navidad.
Todo aquello era muy lindo
y lo es, como forma de expresar Amor incondicional. Pero hoy lo más grande que
podemos regalar a alguien es reconocer su Verdadera Identidad. Su renacimiento
como Ser Crístico.
Si hemos de regalar algo
que sea un regalo espiritual en forma material.
No es el tema dar regalos
como un deber o para no sentir culpa.
Y menos aún haciendo caso
a la publicidad vendedora con la idea de que si no regalas, no amas.
¿Y quién prefiere estar
solo? No lo estará, seguro, porque estará con Su Eterna Compañía.
¿Y quién se fastidia por
reunirse con muchos? No es malo eso. Seguramente se acostumbró a vivir sin
otras personas a su alrededor y se siente bien en su propia compañía.
En fin, de una forma o de
otra, cada uno a su manera, tratando de pasarla en paz y en armonía en el Lugar
Sagrado del Ser Inerno.
Y si por cualquier motivo
se han sentido tristes, no se culpen. Se mueven muchas emociones en estos días
y tal vez se sienten como propias pero no lo son. Pertenecen a la gran masa
emocional que rodea al planeta.
Comprensión y respeto por
uno mismo y por el prójimo es lo mejor que podemos hacer en esta Navidad y
siempre.
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