(Sólo
dispongo de 1 min. por eso es tan breve)
Riqueza o pobreza no dependen de lo externo, sino
de tu pensar-sentir.
La Ley de Precipitación es sentirse unido al Gran
Poder y tener abundancia de todo bien.
No importa quién eres, dónde vives o si naciste en la pobreza.
No importa quién eres, dónde vives o si naciste en la pobreza.
Tienes energía convertible en opulencia.
No más ese temor que lamentablemente domina a
millones de personas.
Es correcto tener dinero y usarlo para
servicio y confort.
No así la avaricia, mezquindad, excentricidad, vicios, ostentación…que
retornará como sufrimiento.
Recuerda entonces, la pobreza no es una virtud y
Decreta:
“Yo Soy heredero de las riquezas universales”.
“Yo Soy heredero de las riquezas universales”.
Grábate, jamás puede ser pobre una mente llena de abundancia.
Hola Ines, hermoso mensaje, ya mismo lo aplicaré. EStoy aguardando por tu email. Te mando un saludo desde Mendoza, besos.
ResponderEliminar