Para ser Nuevos, debemos dejar atrás
tanto nuestra historia como las viejas historias que nos contamos. Requiere que
seamos inocentes y que veamos las cosas con ojos nuevos, sin ideas
preconcebidas de cómo debería ser todo.
Por supuesto, esto no es fácil, porque
hasta ahora, todo lo que hemos percibido se basaba en experiencias pasadas,
cuando nuestro ego separado determinaba quiénes éramos; el ego separado sólo
conoce el pasado.
El
alma sólo está en el momento presente. No utiliza el pasado. Lo Nuevo no
utiliza el pasado. El pasado es el pasado y sólo dispone de información
limitada, tanto a nivel personal como global.
El propósito de la Ascensión es
evolucionar espiritualmente y que nuestra vida espiritual sea también nuestra
vida del día a día.
Cuando lo hacemos y dejamos caer las
antiguas etiquetas, nuestra historia pasada, y además permanecemos en el
momento presente, entonces estamos en completa integridad.
La integridad no se basa en nuestras
viejas maneras de ser; consiste en ser
la verdad de nuestra alma en cada momento… conscientes de que esa verdad
también va a cambiar.
Todo en lo Nuevo cambia; no se supone
que sea estático, ni que se limite a una única expresión.
Cuando nos hacemos las cosas sencillas y
permanecemos en el momento, automáticamente estamos expresando nuestra
integridad; la verdad de quiénes somos… en ese momento, conforme a cómo nos
sentimos y a cómo nos alineamos con nuestro corazón.
De esa manera, expresaremos nuestros
dones, nuestro amor y nuestra luz con todos. Lo haremos simplemente siendo
nosotros mismos; no a través de un trabajo, de una intención ni de “nada que se
supone que debemos hacer”.
Enseñamos a través del ejemplo, a través
de ser quienes somos. No enseñamos para obtener resultados; simplemente brillamos
y los demás, entonces, pueden elegir qué es lo que ellos quieren ser.
Cuando compartimos sin expectativas y
sin ningún apego al resultado, estamos en nuestro camino. Cuando seguimos
nuestra guía interior en cada momento, estamos en nuestro camino.
Cuando sólo hacemos lo que resuena con
nosotros, estamos en nuestro camino. Entonces, se nos apoya plenamente en ese
camino, que estará despejado para que podamos seguir creciendo y ser más aún.
Cuando nos liberamos de las ilusiones del antiguo mundo, estamos en nuestro
camino.
Cuando permanecemos positivos en cada
momento, al margen de lo que nuestra mente dual pueda decirnos, estamos en
nuestro camino… nuestro camino de Ascensión; nuestro principal propósito.
En momentos de duda o confusión,
ríndanse a la sencillez.
En lo Nuevo, las cosas son simples y
claras. No hay concesiones al intelecto.
La sencillez es algo del corazón. Cuando
no estén seguros de qué pensar o de qué dirección seguir, permanezcan en calma
y en silencio. Sigan sus sensaciones.
A veces esto supone no hacer nada, por
lo tanto, confíen en el Orden Divino y en el Tiempo Divino. Cuando dejen ir y
permitan que las cosas sean, serán guiados… cuando sea el momento perfecto para
ustedes.
Dejar ir y soltar significa dejar de
forzar para que las cosas ocurran de determinada manera. Eso sólo crea estrés,
y no hay estrés en lo Nuevo, porque el estrés es resistencia.
Ríndanse a lo que
hay y confíen en que, cuando todo esté en alineación, serán guiados hacia el
siguiente paso.
Fragmento de “Anclaje de Luz”
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