Soltemos el error: Compasión sí. No lástima.

Necesitamos más compasión, que es AMOR, dar ayuda. La lástima sólo "bajonea".

Soltemos el sentimiento de lástima que aprendimos, tal vez de niños, como un sentimiento piadoso, virtuoso, solidario. 

Nada de eso es real. Tener lástima, sentir lástima, sólo hace que nuestras vibraciones bajen, que nos pongamos tristes, aflijidos que lloremos junto al sufriente, que nos victimicemos, que generemos un pensamiento-sentimiento que sólo nos hace sufrir y no ayuda a nadie, ni a uno mismo ni a los demás.

Compasión en cambio es una alta vibración, es AMOR, que nos mueve a hacer algo por uno mismo o por el otro para que salga de su "drama", mediante palabras de aliento, consuelo, de ayuda física, de buscar lo que haga falta.

Pero sólo se podrá dar ayuda si estamos fuertes, alertas, equilibrados, poderosos.

¿Qué podríamos hacer si la lástima nos debilita y nos sume en la desesperación, nos nubla e inmoviliza? ¿Verdad que tiene lógica esto? 

Discierne y si te resuena interiormente, súbete al escalón de la COMPASION.