El mundo será mejor cuando cada uno de nosotros sea mejor.
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miércoles, 13 de enero de 2016

EL AMOR, FUERZA CREADORA


El Amor“esa rara flor que todo hombre ansía” ¿qué  es?
Entendemos por amor, ese sentimiento que nos acerca unos a otros y nos lleva a realizar acciones para demostrarlo. Amor es el calor, la energía que todos necesitamos para sentirnos bien, saludables, amados y confortados.
El amor es buena voluntad, comprensión, tolerancia, misericordia, perdón, compasión, solidaridad, respeto, cooperación, consuelo, ternura, cariño, afecto...
Ahora, al decir, Dios es Amor, estamos diciendo Dios es Energía Creadora, acción, es la fuerza que mueve al mundo.
Dios creó un Universo maravilloso, un planeta como el que habitamos con todos los regalos de la naturaleza, primorosamente, cuidadosamente preparado, para que finalmente lo habitara su máxima creación: el hombre, a quién hizo a Su Imagen y Semejanza, es decir, de su misma Esencia Luz Electrónica.
Podemos sentir así Su Amor como un sentimiento magnánimo y alabarlo, adorarlo, amarlo por habernos dado todo tan generosamente, manifestado, justamente en su aspecto Madre Naturaleza, la que crea, reproduce.
Él es el TODO. Él es cada partícula de Luz en todo lo que vemos, tocamos y sentimos.
Él se individualiza (no se divide) como mineral, vegetal, humano y  Reinos  Superiores. Se individualiza como aire, agua, fuego, tierra, éter.
Él mismo está presente, viviente, actuando en cada electrón, en cada partícula de Luz que forma todo, todo lo que existe. ¿Por qué?  Porque no hay nada fuera de ÉL. En ÉL vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
Sin pretender definir a Dios porque es incognoscible, humildemente trato de comprender y explicar lo que nuestro nivel de conciencia puede captar, lo que más se aproxime a nuestro entendimiento terreno.
Dios mismo está en cada célula, en cada átomo, en cada electrón de nuestros cuerpos. En cada cabello está también su energía, Su Presencia.
Igualmente está en cada partícula que forma nuestras casas, muebles, artefactos, automóviles, nada hay sin Dios porque ÉL es energía viviente, inteligente, activa. Por lo tanto el amor es el poder cohesivo, la energía inteligente, dinámica y creadora.

     El amor en las relaciones interpersonales
    Amor es atracción entre partículas. Éstas se relacionan entre sí a través de la energía que poseen. De igual forma, las personas nos relacionamos por la energía de las partículas que forman nuestro ser.
   Cuando la atracción se ejerce entre los Espíritus es una relación perdurable. Se establece un puente de unión, de atracción, de comunicación verdadera. Es Dios dentro de uno, UNIDO a Dios dentro del otro. Este es el Amor verdadero, el que perdura más allá de la “muerte” física. Es la unión de dos Cristos Internos.
La atracción amor en los cuerpos inferiores
En ellos también hay atracción, obviamente, porque también están formados de partículas de energía. Pero esta atracción  o amor se da de diferentes formas:
. A veces nos sentimos unidos en lo mental.
. Otras nos sentimos unidos en lo emocional.
. Y también podemos sentirnos unidos en lo físico-etérico.
¿Qué sucede generalmente con estas atracciones?
Todas éstas son uniones de la personalidad, que varía continuamente y como consecuencia no son perdurables.
Cuando el amor o unión se da sólo a nivel de las personalidades puede durar bastante tiempo, años tal vez pero si las personalidades cambian, desparece el vínculo que las unía, no es un amor verdadero y no dura.
Amor verdadero es reconocer en el otro la propia Esencia, la Presencia del Creador en esa persona.
El verdadero Amor no se ofende, no se altera, puede una persona herirnos mental, emocional o físicamente y no por eso dejamos de amarla, porque ese acto no destruye la unión interna que es verdadera.

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