(Más síntomas)
8.
Desorientación física: desequilibrio.
Inestabilidad. Como caminar entre dos mundos. Es que a veces el cuerpo se queda
más atrás. Contactar la naturaleza, ayuda a aterrizar la nueva energía en tu
interior.
9.
Más tiempo “auto-conversando”, hablando solo: es que se
da un nuevo nivel de comunicación dentro. Charlas más coherentes y más
intuitivas. No te estás volviendo loco.
10.
Sentirse solo y aislado, aún en compañía. Deseos de “huir” de grupos y
multitudes: recorres un camino
sagrado y solitario. Es difícil relacionarse. Hay que llenar
el espacio con la propia Divinidad. El
vacío interior se llenará con el amor y la energía de tu nueva Conciencia
Crística.
11. Pérdida
del entusiasmo: Puedes sentirte
totalmente desapasionado,
sin
ganas de hacer nada. Está bien y es parte del proceso. Tómate este tiempo para el “NO-hacer”.
No luches contigo, ya pasará. Es como la
computadora. Apagas un momento y vuelves a encender. Es la energía de la nueva Semilla
Crística.
12.
Un profundo anhelo de “regresar a casa”: Tal vez la más difícil condición; sentir un
profundo deseo de abandonar el planeta. No es un sentimiento “suicida”
de cólera o frustración. No hagas un drama.
La causa original es simple. Ya completaste tus ciclos karmáticos, tu contrato de esta vida y estás en condiciones de vivir una nueva vida en este mismo cuerpo físico. Tienes recuerdos de cómo es estar del “otro lado”.
¿Estás
preparado para los desafíos de la nueva energía?
Claro que podrías irte ya pero se te
necesita aquí. Tú puedes ayudar a otros a pasar de la vieja energía a la nueva
energía, porque tú ya lo estás haciendo.
¿Estás dispuesto para otra jornada de servicio
aquí en la tierra?
El camino que estás recorriendo te capacita para ser
Maestro del Nuevo Humano Divino.
Y por último:
¡Por solitario
y oscuro que a veces sea tu viaje, recuerda, nunca estás solo!
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