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martes, 28 de junio de 2011

SANAR ES ELEVAR LA VIBRACION

Sobre este tema  traté en la expo-integrativa del día 18 de junio, en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia

¿Qué avances podemos lograr cuando nuestros cuerpos físicos están enfermos, cansados, desenergizados y fuera de armonía la mayor parte del tiempo?
Es de suma importancia entonces, tener un vehículo físico en buenas condiciones, sano y vigoroso para que la atención no esté siempre ocupada en nuestros malestares.
También es importante embellecer y perfeccionar nuestras formas físicas para que sean la expresión del Ser Divino que en verdad somos.
Veamos como puede lograrse esto.
“Lo que piensas, atraes a la forma física”.
No hay enfermedad  sino enfermos en pensamientos-sentimientos. Esa es la raíz.
Se deduce entonces que la curación tiene su raíz en el pensamiento-sentimiento sano.
Toda persona que se siente enferma debe saber que las causas están  en lo mental-emocional.
El cuerpo etérico por su parte, es el encargado de mantener la vitalidad del físico. Él tiene como función organizar, programar y desarrollar el plan para nuestro cuerpo físico. Este trabajo lo hace el Elemental del cuerpo dirigido por el  Ser Interno. Ésta es la fuerza misteriosa que produce el crecimiento, desarrollo y auto-reparación.
El sistema nervioso y  las glándulas  endocrinas  son los receptores más sensitivos. Ellos reciben las vibraciones  sutiles y las transforman en impulsos físicos.
Veamos por ejemplo lo que ocurre en un arrebato de resentimiento o de ira.
El cuerpo emocional pone en desorden a los átomos y electrones y cuando pasa el arrebato, los electrones quedan vibrando a un ritmo irregular. Estos se conectan con otros iguales, externos y aumentan así la desarmonía del cuerpo emocional propio.
También ocurre  que como los electrones del cuerpo mental están cercanos, se contagian de esa vibración discordante y a su vez contacta desarmonía de los cuerpos mentales de otros, atrayéndola al cuerpo mental de uno.
Al mismo tiempo se estimulan las memorias o malos recuerdos guardados en el etérico y éste se pone en movimiento. De esta forma, los tres cuerpos nombrados, afectan al físico y aparece un malestar como por ejemplo, un dolor de cabeza.

Este tema, por su extensión, continuará en la próxima entrada.

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