EL MIEDO Y EL TEMOR

Estos dos términos parecen sinónimos pero no lo son. Veamos qué es uno y que es el otro.

¿Qué es el miedo? El miedo es una emoción natural que nos protege de un peligro real.

   Puede manifestarse también como susto, sobresalto, inquietud, intranquilidad, desasosiego, amenaza.

En cambio el temor, es artificial, nos hace evitar o huir de situaciones de peligro imaginario. Es una apariencia, algo aparente porque no es real pero que se siente como algo muy amenazante.

Es una grabación que se instaló allí, en nuestro subconsciente como algo peligroso que nos afecta mucho y hasta llega a paralizarnos.

 ¿De dónde surgió? No nacimos con temor, el bebé, el niño, no teme. Esto se adquiere de afuera, algo, alguien nos introdujo el temor.

Daré un ejemplo muy simple y bastante común, al que las madres, por desconocimiento, por ignorar el daño que estanos causando a nuestros pequeños, lo hacemos.

Cuando no quieren dormirse les decimos: dormite porque si no viene “el cuco”. Le infundimos temor a algo totalmente imaginario que de allí en más queda grabado en su memoria etérica o subconsciente. (oh… si lo hubiéramos sabido) En fin, la ignorancia, el único mal del mundo!

¿Y qué es el “cuco”, dónde está? Pues, no existe, es una fantasía, es artificial.

Y bien, hay otros elementos que pueden dañarnos también con esto del temor: como las películas de terror.

Pero afortunadamente hay recursos para librarnos de algo tan dañino para nuestro vivir.

Lo daré en forma breve y práctica para poder aplicarlo y superar.

Reconoce tus temores

Lo primero es reconocer que tienes temores y hacerte  preguntas cuando algo te molesta, te bloquea o paraliza.

Lo que estoy haciendo ¿lo hago porque tengo algún temor? o

¿No hago lo que debo hacer, debido al temor?

De este modo vas a identificar qué situaciones te producen miedo.

Reflexiona

¿Qué te da temor y qué lo genera? ¿Qué cosas o situaciones activan  tus temores? Analiza.

El temor es inútil e injustificado. No sirve para nada, sólo limita tu vivir

Ser conscientes de nuestros temores nos permite identificarlos. 

Sin embargo, si están demasiado ocultos o cristalizados tal vez necesites la ayuda de un profesional idóneo.

Afróntalos

Te doy un ejercicio muy simple que te ayudará a eliminar tus apariencias de temor:

Escribe una lista de tus temores.

Elige uno y pregúntate por qué tengo miedo a esto si es irreal?

Ahora, invéntate una tarea que te permita contrarrestarlo y que puedas realizar.

Supongamos que tienes un poquito de timidez, temor o de inseguridad y no te animas a encarar un trabajo solo. Necesitas a alguien a tu lado y así sientes mayor seguridad de que todo saldrá bien.

Como todo se trata de dejar de tener temor innecesario, tendrás que probártelo a ti mismo, enfrentando, animándote, poniéndote a prueba.

Elije algo fácil, como ser prestar un servicio simple, si es posible en una persona conocida (que no te amedrente con su presencia o modales) y te vas a hacer el trabajo armándote de decisión y coraje: “yo puedo, yo sé, yo soy capaz, yo tengo todo lo que necesito para valerme por mi mismo” y entonces encaras la situación con valentía y decisión. ¡Y así será el resultado!

¡Todo es cuestión de actitud! ¡Tú mismo creas tu fortaleza!

Luego lo haces con otra persona y lo repites hasta que te sientas cómodo haciéndolo.

Entonces sentirás que el “fantasma” del temor ha desaparecido, porque era artificial y sólo vivía en tu mente.

Finalmente, obsérvate:

¿Cómo te sientes contigo mismo?

¿Qué logros obtuviste?

En fin, esto es eliminar las apariencias de temores, que limitan, bloquean y paralizan.

¡Tu triunfo será vivir sin temores limitantes, libre, suelto y en plena actividad productiva,

satisfecho contigo mismo y con la vida!

Entonces podrás sentir y decir: ¡VENCÍ!