Amor es atracción entre partículas. Éstas se relacionan entre sí a través de la energía que poseen. De igual forma, las personas nos relacionamos por la energía de las partículas que forman nuestro ser. Cuando la atracción se ejerce entre los Espíritus es una relación perdurable. Se establece un puente de unión, de atracción, de comunicación verdadera. Es Dios dentro de uno, UNIDO a Dios dentro del otro. Este es el Amor verdadero, el que perdura más allá de la muerte física. Es la unión de dos Cristos Internos.
Tratemos ahora sobre los cuatro cuerpos inferiores. En ellos también hay atracción obviamente, porque también están formados de partículas de energía. Pero esta atracción o amor se da de diferentes formas:
. A veces nos sentimos unidos en lo mental.
. Otras nos sentimos unidos en lo emocional.
. Y también podemos unirnos en lo físico-etérico.
¿Qué sucede generalmente con estas atracciones?
Todas son uniones de personalidad, que continuamente varía y como consecuencia no son perdurables. Cuando el amor o unión se da sólo a nivel de las personalidades puede durar bastante tiempo, años tal vez pero si las personalidades cambian, desparece el vínculo que las unía, no es un amor verdadero y no dura.
Amor verdadero es reconocer en el otro la propia Esencia, la Presencia del Creador en esa persona. El verdadero Amor no se ofende, no se altera, puede una persona herirnos mental, emocional o físicamente y no por eso dejamos de amarla, porque ese acto no destruye la unión interna que es verdadera.
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