¡Hazte Maestro de tu vida! Gobierna a tus emociones o ellas te gobernarán.
Diría que todas las personas, en algún momento de la vida solemos caer en bajones anímicos, ya que el cuerpo emocional es el más grande obstáculo en nuestros deseos de dicha permanente.
Diría que todas las personas, en algún momento de la vida solemos caer en bajones anímicos, ya que el cuerpo emocional es el más grande obstáculo en nuestros deseos de dicha permanente.
Todas nuestras pruebas o exámenes han de ser superados en este campo. Sabemos que todo lo que está grabado en nuestro subconsciente, se hace consciente, a través de nuestros sentimientos.
Es así que algún día, en algún momento, sentimos que nada nos alcanza para ser felices.
Perdemos el sentido de la vida, sentimos abatimiento, hastío, tenemos la sensación de que nada vale la pena, nos desorientamos, sin encontrar el propósito de nuestra vida. En tales momentos, la aflicción nos abate, la mente se perturba y el cuerpo físico queda totalmente desenergizado.
¿Qué hacer en tales situaciones? Lo primero que debemos recordar es que todo puede ser cambiado a través de nuestros pensamientos y sentimientos, por lo tanto, recordar que ese momento también pasará y no seguir abatiéndonos. Tal vez dentro de instantes o de horas ya nos sentiremos otros y sin saber por qué, ni cómo.
Pasar de las tinieblas a la Luz puede ser entonces algo que está a nuestro alcance, al accionar la más poderosa energía que todos poseemos. Lo peor es luchar contra esa condición. Se trata de un proceso más simple aunque suele costar mucho pensar que es así.
El gran recurso es variar la dirección del pensamiento. Pensar y hacer otras cosas. Cambiar de actividad. Si estamos en casa, salir a dar una vuelta, distraer la atención y pensar “esto también pasará”.
Hablar con alguien de cualquier otra cosa suele ayudar también. El Asunto es no seguir con el pensamiento fijo en nuestro estado de oscuridad.
La Luz se hará porque siempre hay dentro nuestro esa enorme Fuerza Interior, sacándonos del fondo del pozo.
Son muchas las situaciones que pueden hacernos caer en bajones anímicos y esa imagen oscura se va fijando en nuestra mente. Son formas de pensamiento que nos torturan, transformándose a veces en una obsesión.
Sin darnos cuenta estamos utilizando nuestra mente en contra nuestro, auto-castigándonos al dirigir el pensamiento sólo hacia el problema. Este estado de infelicidad nos agota y nos roba toda la energía.
Afortunadamente, TODO TIENE REMEDIO. Lo que la mente causa, la mente puede curarlo. No desesperar. Todas estas condiciones son cosas pasajeras, nuestro pedido a Dios es siempre escuchado y respondido.
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