La buena salud es la Voluntad del Creador para cada uno de sus hijos y cuando no se manifiesta, es porque algo hay que corregir.
Las verdaderas causas de las enfermedades son el temor, la ansiedad, la preocupación, la frustración y todo pensamiento o sentimiento discordante. Esto puede contrarrestarse al cultivar paz, confianza, amor y Fe.
Al reconocer los hábitos personales de pensamiento y sentimiento que causan enfermedades y eliminarlos diariamente, manteniendo en el pensar-sentir, las virtudes opuestas, en poco tiempo se puede disfrutar del funcionamiento perfecto de cada parte del cuerpo.
¡Pruébalo y compruébalo tú mismo!
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