Así como un Espíritu Elemental cuida y mantiene nuestro cuerpo físico, de la misma forma, hay un Espíritu Elemental encargado de nuestro hogar. Éste es provisto en el momento en que creamos mentalmente, visualizamos, diseñamos, imaginamos, nuestra futura casa. Él será el cuidador y guardián de ese hogar.
Y cuando la casa ya esté construida, él morará en ella.
Es la inteligencia que rige a todas las pequeñas vidas, electrones, presentes en cada partícula de los materiales usados en la construcción.
¿Qué relación tiene este Elemental con los humanos moradores?
Como sabemos ya, un Elemental es vida inteligente, respirante, con una conciencia y evolución propia.
Al vivir con nosotros, expande su aura en nuestro hogar y se siente afectado por la forma de vida de los humanos. Recordemos una vez más que los elementales copian lo que ven, oyen y sienten.
De esta forma, el Elemental de nuestro hogar será una presencia benéfica o no, según los moradores sean armoniosos o discordantes. Si llevamos una vida sana, alegre, feliz, él es igual y atrae y produce sucesos felices.
De lo contrario se contagia de las malas ondas y contribuye, atrayendo disturbios, por afinidad.
Nuestro hogar es así, alegre o triste, armonioso o discordante.
De nosotros depende, una vez más.
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