Ayer dejamos esta pregunta: ¿En qué situación se halla hoy nuestra Tierra?
Para comprender en qué situación se halla hoy nuestro mundo, debemos hacer referencia a sus habitantes, los seres humanos.
El Plan Divino para el hombre era que llegara a ser Maestro de la Energía y de la Sustancia en cualquier lugar del Universo. Para ello debía mantener el estado de pureza de la Energía, en pensamiento, sentimiento, palabra y acción, tal como fue emitida desde el Corazón de Dios.
Esa Perfección, ese hacerse Maestro, se lograría en un ciclo de 14.000 años pero desde la caída del hombre, ese período se ha extendido bastante. Aunque muchos han logrado la Perfección, la Ascensión, todavía quedan muchos miles que no lo han logrado y así, la evolución de la Tierra se ha ido atrasando considerablemente.
¿Qué sucede entonces?Por muchas referencias sabemos que en otros períodos nuestro mundo pasó por grandes renovaciones.
Eso ya sucedió y continuará sucediendo porque hay ciclos de evolución. Grandes cambios se producen cada 26.000 años aproximadamente.
Pero antes de producirse esos cambios, a través de los elementos de la naturaleza, los Grandes Seres que velan por el progreso de las civilizaciones, dan aviso con tiempo, para que los habitantes corrijan su equivocado vivir, su mal uso de la Energía.
No obstante, cuando ya no queda más nada que hacer porque la gente sigue aferrada a la decadencia moral, espiritual, física y en todo sentido, no queda más que producir la gran corrección. Por ejemplo el diluvio, para que la civilización de aquellos tiempos se limpiara, se purificara y resurgiera en tiempos posteriores.
Nada es estático en el Cosmos, los Planetas y aún los Soles deben evolucionar hacia la PERFECCION.
Estamos ahora al final de un ciclo de 26.000 años. La Tierra se esta moviendo rápidamente hacia un período de Iniciación Cósmica y quienes no acepten purificarse quedarán rezagados.
Los Grandes Seres producen una gran descarga de Energía Cósmica de Amor y Sabiduría.
Esa luz radiante inunda a la Tierra y a sus habitantes, interpenetrando todo. Es un gran proceso elevador, un impulso de crecimiento a toda la Tierra y a su humanidad.
Pero esto, que es una gran bendición y que así debería ser sentida por todos, se distorsiona y ocurren grandes disturbios, que son sentidos por los cuerpos como malestares diversos, debido al grado de densidad, de impureza en que nos hallamos, por eso:
¡Purificarnos, purificarnos, purificarnos para RECIBIR Luz, Luz y más Luz es el MANDATO COSMICO DE LA HORA!
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