Cuando te aquietas quedas vacío, despojado de lo viejo y listo para ser llenado con lo nuevo.
Mientras estés forzándote y luchando no eres libre, no estás vacío y no hay lugar para que entre lo nuevo.
Hazte como un recipiente sin nada, esperando ser llenado con Amor, Luz y Sabiduría.
Haz eso al comienzo de cada día.
En el momento de despertarte que estén en tus labios y en tu corazón, las palabras “Hágase Tu Voluntad”.
Cuando aprendas a hacer eso te embargará una gran paz.
Nunca lo limites de manera alguna.
Él no tiene límites. Él es el Todo en Todo. Refléjalo.
Vuélvete como un claro y quieto estanque.
Refléjalo como un espejo.
Serena tu corazón, tu mente y todo tu ser.
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