Lo primero que debemos tener en cuenta es que algunas palabras tienen un significado diferente del que les damos en la actualidad y que también muchos términos han variado con las traducciones. Estas Enseñanzas son Metafísicas y en ellas debe verse el significado simbólico y no sólo la escritura literal o sea “ver el espíritu detrás de la letra”.
Para adaptar los términos a nuestro vocabulario de uso actual, sustituímos la palabra “bienaventurados” por felices.
Comprendamos el significado de la primera parte que dice “Felices (son) los pobres en Espíritu”.
Pobre en espíritu refiere a la persona que no está llena de "posesiones" o acumulaciones como son los pre-juicios, opiniones pre-concebidas y conceptos con los que esté familiarizado, para poder ver sus creencias con nueva Luz.
El dinero en sí, las riquezas, no son ni buenas ni malas; lo “malo” es permitir que el apego al dinero nos haga esclavos de él.
De manera que “pobre” en este caso, no significa carente de dinero, sino carente de obstáculos mentales, como puede ser el depositar toda nuestra confianza y seguridad en las posesiones materiales y no en la Fuente Proveedora de todo.
No es que sea “malo” tener dinero abundante o títulos, sino permitir que esas “glorias” terrenas sean el único motivo de nuestra vida.
Primero hay que buscar a Dios, dentro de cada uno, el “Reino de los Cielos” y todo lo demás se nos dará por añadidura, para nuestro bienestar y confort.
En síntesis, “pobre en espíritu” es quien es capaz de reconocer que puede haber estado equivocado en su forma de vida y puede dejar a un lado sus “posesiones”, para comprender la Verdad, el propósito para el que fue creado y empezar de nuevo su camino.
Veamos ahora el significado de la expresión “Reino de los Cielos”. A esta condición de vivir en el reinado, se refirió el Maestro Jesús al decir: “El Reino de los Cielos está dentro de vosotros”.
Es decir, que es accesible, que está a nuestro alcance vivir como reyes, cuando permitimos que Dios Inmanente, dentro nuestro, lo que llamamos la Presencia Yo Soy, gobierne nuestras vidas. Es entonces que tenemos abundancia de todo bien, armonía, paz, gozo, salud y bienes materiales. Y vivir en ese estado de confianza, de bienestar y alegría, gozo y entusiasmo ¿no es acaso tener el “Reino de los Cielos aquí, en la Tierra?
“De ellos es el Reino de los Cielos”, dice. No hay limitaciones. De cualquier persona es ese Reino si lo busca y quiere vivir en él.
Sólo hace falta despejar la mente para que la Verdad en el Espíritu, que es la Perfección en todo, pueda manifestarse en nuestra vida.
Parafraseando, podríamos decir:
“Felices son los pobres en Espíritu; porque buscan su Reino Interior que los provee de todo bien”.
me ha servido de mucho
ResponderEliminarne gusta el parafraseo
ResponderEliminarCuánto me alegro! Gracias. Te envío un abrazo.
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