1. La alegría circula dentro, cuando expandimos nuestra conciencia, cuando nos contactamos con nuestro Núcleo Interno, que es lo inmutable y trascendente.
En cambio, la alegría superficial, es momentánea, pasajera e incompleta.
Podemos así identificarnos con lo intrascendente y perecedero, terminando nuestra alegría en tristeza y dolor al ver que ésta no es continua, sino parcial e incompleta.
2. También la alegría circula internamente cuando nos dedicamos a servir a la humanidad, al bien común. Servir al bien común es:
. Elevar a los demás.
. Iluminar sus mentes.
. Inducir a que descubran su propios valores.
. A que den unidad a sus vidas.
. A que construyan rectas relaciones humanas.
Hay varias formas de construir rectas relaciones humanas tales como desarrollar el sentido de solidaridad, de unión, de tolerancia y de confraternidad.
Cuando de estas formas servimos al bien común, nuestra alegría es continua, aunque los demás no reconozcan nuestro servicio.
3. La alegría brota de nuestros corazones cuando no estamos agobiados por recuerdos de malas acciones perturban y no habrá paz ni serenidad. Por lo tanto, será nuestro trabajo, transmutar todo registro en nuestro cuerpo etérico, por medio del Fuego Violeta, para que la bondad y la pureza florezcan en alegría.
4. Es fuente de alegría interna nuestro trabajo creativo, esparciendo a través de él las semillas de la Paz, la Luz y la Belleza, que son regadas desde lo Alto, haciéndolas germinar para nuestra abundante cosecha.
5. Otro motivo de alegría auténtica se experimenta al relacionarnos con otros servidores. Se establece un vínculo hermoso, al sentirnos apoyados por nuestros pares, sabiendo que nos ayudarán en nuestras vicisitudes.
¡Esto es maravilloso! Es poder confiar a otra persona nuestras vivencias, nuestros proyectos y todo lo que uno es.
6. Una inmensa alegría sentimos cuando se nos confía un mayor campo de servicio, aunque éste demande más esfuerzo, más dedicación, más coraje y más audacia.
Nuevas tareas, nuevos desafíos, estimulan capas más profundas de nuestro ser y surgen nuevas ideas creativas, llevándonos a más auto-realización.
Al reconocer y afrontar nuevas responsabilidades, la conciencia se expande.
7. Pero hay una alegría mayor aún. Ésta se da cuando contactamos a nuestro Maestro Interno y al mismo tiempo percibimos la Presencia de nuestros Guías Superiores. Vemos en Su Imagen, nuestra perfección futura y nos inunda la alegría de nuestro logro espiritual.