Hoy escribo algo sobre mí, es decir sobre mi forma de trabajo.
No es mi objetivo atraer la atención hacia mi personalidad pero publico este tema porque pienso en aquellas personas tan distantes, que tal vez les gustaría saber algo de mis vivencias de Maestra y Escritora, contadas con verdad y sencillez.
Todas las personas que elegimos venir a este planeta, lo hicimos con el compromiso voluntario de realizar una determinada Misión.
La mía, fue dedicar mi vida a la Enseñanza, soy Maestra por propia elección. El Magisterio habría de ser el camino que me capacitaría con todas las destrezas necesarias para ser una buena docente, primero en la formación de mis niños de Primaria y después para ejercer la Docencia Espiritual.
Esto está muy claramente marcado en mi vida, aunque no lo supe desde el comienzo.
La Didáctica, el Arte de Enseñar, es la herramienta valiosísima, que uso para crear, con método propio, lo que realizo con tanto Amor y dedicación plena.
Hace 20 años que difundo las Enseñanzas Metafísicas tanto oralmente como por escrito.
Primero debí formarme por mi misma, ya que en mis comienzos no había escuelas ni instructores.
Como autodidacta, busqué, investigué, estudié y puse en práctica la Enseñanza Metafísica en mi vida personal, desde 1983 por cinco años y luego empecé a compartir con mis semejantes lo que me hizo tanto bien.
Así, en 1988, comencé a dar clases en mi hogar y en 1989, en forma pública.
De este modo quedó fundada, espiritualmente, la Primera Escuela Pública de Metafísica, en Argentina, mi país.
Los cursos que dictaba fueron muy numerosos, evidenciando que ya había muchas personas que estaban listas para recibir la Instrucción.
Quiénes la recibían difundían a su vez de boca a oídos y atraían a más personas. Luego, por demanda de los mismos estudiantes, empecé a escribir cursos de apoyo. Así nacieron y se multiplicaron mis libros, llegando a publicar más de 26 libros hasta la fecha.
Los que escribí en mis comienzos, fueron para mis alumnos, es decir, para aquellos que primero habían asistido a los cursos.
Han pasado los años. Se ha cerrado la etapa primera y hoy, haciendo una revisión, siento que es necesario renovar los libros publicados, a medida que se van agotando, porque éstos ya trascienden más allá de la gente que contacto en los seminarios y talleres.
Para aprender, no hay nada mejor que enseñar, ya que esto lleva a la actualización permanente y a mayor perfeccionamiento en el arte de transmitir.
Realizar esta maravillosa labor es para mí un Regalo pero no por ello estoy libre de enfrentarme día a día con los sedimentos de errores pasados, que afloran desde mi subconsciente para que los disuelva.
Así es el crecimiento. La evolución del yo humano, se da enfrentando las diarias dificultades y elevándose por encima de ellas. Es un asunto totalmente personal, en el que cada cuestión superada, da mayor Maestría.
Es lograr superar hábitos tal vez simples pero que están ahí, tales como el apuro, la preocupación, el no desalentarse ante los contratiempos naturales que surgen, para templarnos en la paciencia, en la perseverancia, en el tesón, en la fortaleza... Todo esto está en el camino de quién desea con gran anhelo, sentirse feliz.
Pero cada día es más fácil elevarse a las Alturas, donde reina la calma y la plenitud, que se manifiesta en una vida simple, gratificante, hermosa, vivida con alegría y gozo, aquí y ahora.
¡Esto es lo que siento!
Fuente: Libro "Metafísica Cuántica" de esta autora.
No es mi objetivo atraer la atención hacia mi personalidad pero publico este tema porque pienso en aquellas personas tan distantes, que tal vez les gustaría saber algo de mis vivencias de Maestra y Escritora, contadas con verdad y sencillez.
Todas las personas que elegimos venir a este planeta, lo hicimos con el compromiso voluntario de realizar una determinada Misión.
La mía, fue dedicar mi vida a la Enseñanza, soy Maestra por propia elección. El Magisterio habría de ser el camino que me capacitaría con todas las destrezas necesarias para ser una buena docente, primero en la formación de mis niños de Primaria y después para ejercer la Docencia Espiritual.
Esto está muy claramente marcado en mi vida, aunque no lo supe desde el comienzo.
La Didáctica, el Arte de Enseñar, es la herramienta valiosísima, que uso para crear, con método propio, lo que realizo con tanto Amor y dedicación plena.
Hace 20 años que difundo las Enseñanzas Metafísicas tanto oralmente como por escrito.
Primero debí formarme por mi misma, ya que en mis comienzos no había escuelas ni instructores.
Como autodidacta, busqué, investigué, estudié y puse en práctica la Enseñanza Metafísica en mi vida personal, desde 1983 por cinco años y luego empecé a compartir con mis semejantes lo que me hizo tanto bien.
Así, en 1988, comencé a dar clases en mi hogar y en 1989, en forma pública.
De este modo quedó fundada, espiritualmente, la Primera Escuela Pública de Metafísica, en Argentina, mi país.
Los cursos que dictaba fueron muy numerosos, evidenciando que ya había muchas personas que estaban listas para recibir la Instrucción.
Quiénes la recibían difundían a su vez de boca a oídos y atraían a más personas. Luego, por demanda de los mismos estudiantes, empecé a escribir cursos de apoyo. Así nacieron y se multiplicaron mis libros, llegando a publicar más de 26 libros hasta la fecha.
Los que escribí en mis comienzos, fueron para mis alumnos, es decir, para aquellos que primero habían asistido a los cursos.
Han pasado los años. Se ha cerrado la etapa primera y hoy, haciendo una revisión, siento que es necesario renovar los libros publicados, a medida que se van agotando, porque éstos ya trascienden más allá de la gente que contacto en los seminarios y talleres.
Para aprender, no hay nada mejor que enseñar, ya que esto lleva a la actualización permanente y a mayor perfeccionamiento en el arte de transmitir.
Realizar esta maravillosa labor es para mí un Regalo pero no por ello estoy libre de enfrentarme día a día con los sedimentos de errores pasados, que afloran desde mi subconsciente para que los disuelva.
Así es el crecimiento. La evolución del yo humano, se da enfrentando las diarias dificultades y elevándose por encima de ellas. Es un asunto totalmente personal, en el que cada cuestión superada, da mayor Maestría.
Es lograr superar hábitos tal vez simples pero que están ahí, tales como el apuro, la preocupación, el no desalentarse ante los contratiempos naturales que surgen, para templarnos en la paciencia, en la perseverancia, en el tesón, en la fortaleza... Todo esto está en el camino de quién desea con gran anhelo, sentirse feliz.
Pero cada día es más fácil elevarse a las Alturas, donde reina la calma y la plenitud, que se manifiesta en una vida simple, gratificante, hermosa, vivida con alegría y gozo, aquí y ahora.
¡Esto es lo que siento!
Fuente: Libro "Metafísica Cuántica" de esta autora.
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