GRACIA Y HUMILDAD

Según nuestro diccionario, Gracia es una palabra que proviene del Latín gratia, Don de Dios que eleva sobrenaturalmente a la criatura racional. Gracia Espiritual, es belleza, felicidad.

Tanto la humildad como la Gracia son Dones Espirituales concedidos por el Creador.

Toda persona posee estos Dones innatos, de manera que ninguna de las dos virtudes pueden mostrarse como cualidades de la personalidad.

Suele decirse “la humildad de los Grandes” y a veces las personas queremos “fabricar” la postura de humildes. Esto no es precisamente humildad, sino mera apariencia para parecer “grandes”.

Pero sucede que no se logra ese objetivo porque... “lo que eres grita tan fuerte, que no puedo escuchar lo que me dices”, es decir que nuestras expresiones pueden ser bonitas, pero se nos ve tal cual somos.

La Verdadera Humildad es permitir que el Yo Superior se exprese a través nuestro, que fluya como la Luz del Sol, como una Bendición para todo ser. Para que esto suceda, lo único que debemos hacer es no “tapar” su brillo, no destacar aspectos de los cuerpos, de la personalidad, que sólo son instrumentos.

Cuando creemos que nuestras personalidades o egos son los que hacen “grandes cosas” estamos disminuyendo a nuestro Ser Interno.

¿Quién es en Verdad Humilde?

Es humilde quien reconoce que Dios Inmanente (dentro) es el que hace las Obras a través de su personalidad y la única tarea debe ser no "engordar" al pequeño ego.