. Amor . Salud . Dinero
Sólo nos falta tratar el tema dinero, que será dado desde ahora.
Debo aclarar que la explicación primera, ya figura en este blog, el 26 de noviembre de 2009. Por lo tanto no puedo repetirla aquí, pertenece al libro “Vivir feliz”. Por favor léanla primero.
Y ahora el nuevo tema:
El dinero es la sustancia que nos permite adquirir lo necesario y como todo en el Universo, también esto está regido por leyes. Tal vez nos preguntemos, ¿y qué pasa con las personas que actúan fuera de la Ley, obteniendo su dinero con malas acciones? Esas personas, de ese modo, siembran su cosecha futura. Por lo tanto, no nos ocuparemos de ellas.
Una de las leyes del uso correcto del dinero es la Ley de Dar y Recibir, según la cual “Dad y se os dará”. No es una vana promesa. Es una Ley que no falla. Tenemos aquí la Ley de Causa y Efecto.
Resulta que nos hemos identificado con los efectos que son los visibles, las apariencias de escasez y desconocemos que las causas están en lo invisible del mundo mental-emocional y en la palabras y eso es lo que vemos como consecuencia, actualmente y que tiene arrastre de miles de años.
Resulta que nos hemos identificado con los efectos que son los visibles, las apariencias de escasez y desconocemos que las causas están en lo invisible del mundo mental-emocional y en la palabras y eso es lo que vemos como consecuencia, actualmente y que tiene arrastre de miles de años.
Hoy, toda la raza humana debe conocer las causas de las que estamos hablando, para poder modificarlas y obtener los efectos o resultados que todos anhelamos. Llevamos siglos padeciendo enfermedades como la codicia, la mezquindad, la falta de fluidez del dinero, el acaparamiento, el guardar y no permitir que el dinero salga de nuestras manos por temor a ser pobres y eso es lo que vemos reflejado.
Así vemos que todo cambio empieza por cada uno, desde lo interno. Cada pensamiento y palabra que pronunciamos es un decreto que atrae resultados afines con ellos. El secreto está entonces en cambiar nuestros decretos. O sea, “Sed renovados por la renovación de vuestras mentes”. Ser ricos teniendo pensamientos y palabras de riqueza. Se trata de saturar el mundo de electrones que nos rodean con ideas de abundancia. Ver abundancia en todo. No debe importarnos que las apariencias muestren lo contrario.
Ante cada apariencia o comentario de escasez lo que se debe hacer, es crear pensamientos y sentimientos de abundancia de todo bien, declarándolo en palabras y seguir firmemente en lo que queremos ver reproducido.
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