Una de las prácticas muy necesarias, también, para obtener lo deseado, es visualizar.
Visualizar es moldear mentalmente lo que deseamos. Poseemos en el hemisferio cerebral derecho la capacidad y la habilidad de imaginar, de formar imágenes. Es la visión interna, la facultad imaginativa del hombre.
Imaginar, desear, soñar despierto lo que queremos ver como realizaciones, es el poder de precipitación.
Cuando usamos conscientemente los dos hemisferios del cerebro hacemos un trabajo cooperativo y podemos crear cualquier cosa que imaginemos.
“Toda manifestación que pudiéreis concebir, te la he dado ya”, dice la afirmación.
Pero sucede que actualmente hay un desequilibrio entre los dos hemisferios. Está muy desarrollado el izquierdo, la lógica, el raciocinio, lo analítico.
Lo que corresponde hacer ahora, para obtener nuestros logros, es poner a trabajar el hemisferio derecho, lo intuitivo, lo creativo, la visualización (creación de imágenes).
Uniendo las actividades de la mente racional y lógica con la mente imaginativa y creativa, nos abrimos al flujo creativo del Universo, que nos hace maestros en el gobierno de nuestras vidas, en lugar de víctimas de las circunstancias.
Lo notable de esto, es que nos damos cuenta que en todo momento estamos creando conscientemente o de modo inconsciente, para atraer lo favorable o lo perjudicial.
Es imperativo entonces, que nuestras partículas o electrones sólo vean abundancia, para que copien eso y atraigan más de su misma especie. No puede alguien tener sus electrones cargados de abundancia y ser pobre. Eso es imposible. Es imposible porque la Ley es la Ley y se cumple. No importa cómo se aplique. Ésta es la auto maestría que podemos desarrollar. Así de simple. Aunque así de difícil resulte en la práctica, porque tenemos demasiadas grabaciones de pobreza, escasez y limitación.
Este tema continuará en la próxima
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